Jorge Valdivia, exjugador e ídolo de Colo Colo, fue detenido y puesto en prisión preventiva en la madrugada del pasado martes, acusado de abuso sexual contra una mujer en Chile. Valdivia, que ya no juega profesionalmente debido a su retiro del fútbol, enfrenta serios cargos mientras el proceso legal continúa avanzando. En paralelo, el Ministerio Público recibió una nueva denuncia contra el exfutbolista, también por abuso sexual, lo que complica aún más su situación.
El primer caso habría tenido lugar el domingo anterior, cuando Valdivia supuestamente se encontró con una tatuadora para discutir un diseño. Según medios chilenos, tras haber ingerido alcohol, la mujer no recuerda lo que ocurrió después del encuentro. A la mañana siguiente, al ponerse en contacto con Valdivia, el exjugador le habría dicho que habían mantenido relaciones sexuales, insistiendo en que fueron consensuadas, aunque ella manifiesta dudas debido a su falta de recuerdos de la situación.
Días después, el 18 de octubre, una segunda denuncia salió a la luz. Valdivia habría acudido con otra mujer al restaurante El Toro, en el sector de Vitacura, en Santiago de Chile. Según la denuncia, después de la cena, ambos se dirigieron al apartamento del exjugador, donde se habría cometido el delito. Esta nueva acusación ha intensificado la atención mediática sobre el caso y generó aún más preocupación en el público chileno.
En el momento de su detención, Valdivia trabajaba como comentarista deportivo en el canal “Prima Media”, actividad de la que ha sido suspendido mientras se resuelven los casos en su contra. Tras su retiro del fútbol, había encontrado una nueva carrera en los medios de comunicación, aunque su rol como comentarista ahora está en pausa, afectado por las graves acusaciones que enfrenta.
El exfutbolista, ampliamente recordado por su paso en el club brasileño Palmeiras, donde jugó entre 2006 y 2008 y nuevamente entre 2010 y 2015, es una figura emblemática para el fútbol chileno y sudamericano. Su carrera deportiva, sin embargo, parece estar en el pasado, ya que ahora enfrenta posibles penas de hasta 15 años de cárcel en caso de ser hallado culpable de los cargos.
Este lamentable episodio no solo afecta su carrera como comentarista, sino que también ha impactado su imagen pública y legado deportivo. La situación sigue siendo monitoreada de cerca por los medios y la justicia chilena, mientras se esperan nuevos avances en el proceso judicial en los próximos meses.
