Chile tiene una relevancia indiscutible en la historia del fútbol sudamericano. Sin embargo, los logros de sus clubes son escasos. Hasta la fecha, el país ha conquistado la Libertadores en una sola ocasión. El Colo-Colo superó a otros gigantes del continente para quedarse con el trofeo en 1991. Una victoria celebrada por más de 65 mil personas en las gradas del Estadio Monumental el 5 de junio. Y que inmortalizó a Mirko Jozic, yugoslavo que se convirtió en el único técnico fuera de Sudamérica en ganar el título.
El camino del Colo-Colo se entrelaza con una de las selecciones más célebres del fútbol juvenil. En 1987, Yugoslavia ganó el Mundial Sub-20 en Chile, con figuras prometedoras como Prosinecki, Boban, Mijatovic y Suker. Al mando de esa generación dorada, Jozic permaneció en el país y coordinó las divisiones juveniles del Cacique por unos meses. Ya en 1990, regresó para entrenar al equipo principal, sustituyendo a Arturo Salah, quien fue llamado por la selección tras ganar el Campeonato Chileno de 1989 y la Copa de Chile de 1990. El yugoslavo asumió una excelente base y comenzó el ascenso hacia la cima de América.
Campeón del Campeonato Chileno de 1990, el Colo-Colo pasó invicto por su grupo, que también incluía a LDU Quito, Deportes Concepción y Barcelona de Guayaquil. Ya en las eliminatorias, la competencia fue ardua. En los octavos de final, eliminaron a Universitario, para luego derrotar a Nacional de Montevideo, incluyendo una goleada de 4 a 0 en Santiago. Sin embargo, el enfrentamiento más célebre ocurrió en las semifinales, contra Boca Juniors. Después de perder 1 a 0 en La Bombonera, el partido de vuelta en el Estadio Monumental fue caótico. El lateral del campo estaba abarrotado de fotógrafos. El Colo-Colo ganó 3 a 1, se clasificó y el partido terminó en una pelea, inmortalizada por el pastor alemán de la policía chilena que mordió las nalgas del portero Navarro Montoya. El perro se convirtió en héroe de la hinchada alba.
En la final, el Colo-Colo tuvo menos problemas. Contra el entonces campeón Olimpia, los chilenos sufrieron para mantener el empate 0 a 0 en el Defensores del Chaco, con el aclamado portero Daniel Morón salvando. Fue suficiente para desencadenar la celebración en Santiago. El Cacique ganó el segundo partido 3 a 0, con dos goles del delantero Luis Pérez y otro de Leonel Herrera, cerrando la cuenta. El capitán Jaime Pizarro levantó la copa. Ese equipo de los albos aún serviría de base para la selección chilena en los años 90, destacándose también Miguel Ramírez, Javier Margas, Eduardo Vilches, Patrício Yáñez y Gabriel Mendoza. El argentino Marcelo Barticciotto se encuentra entre los mayores ídolos del club.
Bajo las órdenes de Jozic, el Colo-Colo también ganaría el Campeonato Chileno en 1991 y 1993, además de la Recopa Sudamericana y la Copa Interamericana en 1992. Tristeza solo en el Mundial de Clubes, cuando Estrella Roja ganó 3 a 0 en Japón. Nada que disminuya, sin embargo, la magnitud del logro de ese equipo del Cacique.
