A propósito del gol triste de Eduardo Vargas en el partido de ayer de Chile y Bolivia, Juan Cristóbal Guarello recordó en su programa “La Hora de King Kong”, el peor gol de la historia de Chile, dejando el de Vargas en segundo Lugar. Se trata de una de las clasificaciones más controvertidas y dolorosas de la Roja: la clasificación al Mundial de Alemania 1974, un logro empañado por una sombra que jamás se disipará.
El gol triste de Chamaco Valdés
La selección chilena en un escenario convulso
El año 1973 fue un punto de inflexión para Chile. El golpe de Estado y la instauración de una dictadura militar marcaron un antes y un después en la vida de todos los chilenos, incluyendo a sus futbolistas. La selección nacional, en medio de ese convulso contexto, se enfrentó a la Unión Soviética en un repechaje para el Mundial.
El partido de ida, jugado en Moscú, terminó en un empate sin goles. La vuelta, programada para Santiago, se convirtió en un circo macabro. El Estadio Nacional, convertido en centro de detención y tortura, fue el escenario elegido para este encuentro. La presión internacional obligó a la FIFA a inspeccionar el recinto, pero las condiciones eran inhumanas.
Gol de lo absurdo
Ante la negativa de la selección soviética a viajar a Chile, debido a las violaciones a los derechos humanos que se estaban cometiendo, la FIFA ordenó a los chilenos disputar el partido. En un escenario desolador, con las gradas prácticamente vacías y un clima de tensión palpable, los jugadores chilenos, encabezados por Carlos Caszely, se vieron obligados a marcar un gol en un arco vacío para cumplir con el requisito de la FIFA.
Este hecho, considerado por muchos como una farsa, dejó una profunda huella en los jugadores. La alegría por la clasificación al Mundial se vio opacada por la vergüenza de haber participado en un espectáculo tan macabro. El fútbol, en este caso, se convirtió en un instrumento político, utilizado por la dictadura para mostrar una imagen de normalidad que estaba muy lejos de la realidad.
Para completar el cuadro, la Federación Chilena de Fútbol organizó un partido amistoso ante el Santos de Brasil, con el objetivo de ofrecer un espectáculo a los pocos espectadores que habían asistido al estadio. Los brasileños, sin sus principales figuras, golearon a una selección chilena desmoralizada.
Una de las postales más tristes del fútbol chileno
La clasificación al Mundial de 1974 fue un logro deportivo que quedó manchado por las circunstancias políticas y sociales en las que se produjo. La imagen de los jugadores chilenos celebrando el gol de Chamaco Valdés en un arco vacío, mientras cerca de 7000 detenidos seguían en el recinto de Ñuñoa, es una de las postales más tristes del fútbol chileno. Este episodio nos recuerda que el deporte, a pesar de su capacidad para unir a las personas, también puede ser utilizado como herramienta de manipulación y control.
