Quien fuera jugador de Colo Colo y Audax Italiano, Carlos Vidal Lepe, conocido cariñosamente como “El Zorro”, es una figura legendaria del fútbol chileno. Su nombre es sinónimo de habilidad, velocidad y un papel crucial en los inicios de la selección nacional chilena.
Recuerdos de un jugador de Colo Colo y Audax italiano
Talento sureño
Originario de la región sur de Chile, la carrera de Vidal comenzó en el Marcos Serrano de Schwager en Concepción, en los años 30. Su talento excepcional rápidamente llamó la atención de Colo Colo, uno de los clubes más prestigiosos de Chile. Como extremo, la velocidad y la capacidad de regate de Vidal lo convirtieron en un oponente formidable para cualquier defensa.
En Colo Colo, Vidal jugó junto a grandes figuras del fútbol como Roberto Cortés, Arturo Torres y Guillermo Subiabre. Juntos lograron importantes éxitos, incluido un título de liga en 1930 y una racha invicta que duró casi dos temporadas.
Tras un breve retiro, Vidal volvió a las canchas con Audax Italiano y, más tarde, con Magallanes. Sin embargo, fue su desempeño en el escenario internacional lo que realmente consolidó su lugar en la historia del fútbol.
Un debut en el Mundial para recordar
El Mundial de Uruguay de 1930 marcó un antes y un después en la carrera de Vidal. En el partido inaugural contra México, marcó un espectacular triplete, convirtiéndose en el primer jugador chileno en marcar un gol en un Mundial. Chile dominó el partido y ganó 3-0. A pesar de este impresionante comienzo, Chile quedó eliminado en la fase de grupos.
La capacidad de Vidal para combinar velocidad, habilidad y buen olfato goleador lo convirtieron en un jugador destacado del torneo. Sus actuaciones le valieron el reconocimiento generalizado y consolidaron su estatus como uno de los mejores futbolistas de Chile.
El origen del apodo de “El Zorro”
El apodo de “El Zorro” le fue otorgado a Vidal por el reconocido periodista chileno Pancho Wilson. Wilson quedó impresionado por la astucia, la agilidad y la capacidad de Vidal para evadir a los defensores. Describió a Vidal como un jugador “ladino” y “escurridizo”, comparándolo con un zorro en el campo de juego. El apodo captó perfectamente el estilo de juego de Vidal y se le quedó grabado desde entonces.
El legado de Vidal sigue vivo en Chile, especialmente en su ciudad natal de Penco, donde se ha erigido una estatua en su honor. Sus contribuciones al fútbol chileno, tanto a nivel nacional como internacional, siguen inspirando a nuevas generaciones de jugadores.