A 51 años del golpe de Estado que marcó un antes y un después en la historia de Chile, es fundamental recordar cómo este trágico suceso impactó en todos los ámbitos de la sociedad, incluido el deporte. El fútbol, como máxima expresión popular, no estuvo ajeno a esta realidad, y Colo Colo, el equipo más popular del país, fue uno de los protagonistas involuntarios de esta oscura etapa.
La sombra de la dictadura sobre Colo Colo y Leonardo Véliz
Colo Colo y la dictadura: una historia compleja
El Cacique, en pleno apogeo futbolístico, se vio inmerso en un contexto político convulsionado. Su participación en la Copa Libertadores de 1973, coincidiendo con el gobierno de Salvador Allende, generó una conexión especial entre el equipo y el pueblo. Incluso, se dice que la participación de Colo Colo en el torneo continental ayudó a retrasar el bombardeo a La Moneda.
Leonardo Véliz y la camiseta de Colo Colo
Uno de los jugadores más emblemáticos de aquella época fue Leonardo Véliz. Conocido por su talento y su compromiso político, Véliz era un ferviente partidario del gobierno de Allende. Su popularidad y su identificación con los valores de la Unidad Popular lo convirtieron en un referente para muchos chilenos.
Sin embargo, la llegada de la dictadura significó un antes y un después para Véliz y sus compañeros. El jugador relató en diversas ocasiones cómo vivió el golpe de Estado y las consecuencias que tuvo para él y su familia. Su tío, por ejemplo, fue detenido y torturado en el Estadio Nacional. Entonces se puso su camiseta de Colo Colo y partió al recinto donde los militares lo reconocieron y le dijeron que su tío estaba vivo y, así, días después fue liberado.
El fútbol como refugio y herramienta de resistencia
El fútbol, en medio de un contexto tan adverso, se convirtió en un refugio para muchos chilenos. Los estadios se transformaron en espacios de encuentro y resistencia, donde la gente encontraba una válvula de escape a la realidad que vivía el país.
Colo Colo, con su popularidad y su compromiso social, jugó un papel fundamental en este proceso. El equipo se convirtió en un símbolo de esperanza y unidad para millones de chilenos.