Marcelo Barticciotto, una de las figuras más emblemáticas de Colo Colo, reveló en una reciente entrevista realizada por Rambo Ramírez, detalles desconocidos sobre sus inicios en el club. Más allá de los goles y los títulos, el argentino compartió una faceta más personal y humana de su llegada a Chile.
Un enemigo silencioso
Al llegar a Colo Colo en 1988, Barticciotto se enfrentó a una mezcla de emociones. Por un lado, la emoción de jugar en un equipo tan grande y la oportunidad de crecer como futbolista. Por otro lado, la incertidumbre de dejar atrás su país, su familia y su zona de confort.
Lo que pocos sabían es que Barticciotto sufrió una profunda depresión durante sus primeros meses en Chile. La soledad, la adaptación a una nueva cultura y el peso de las expectativas lo llevaron a un punto en el que pensó en abandonar el fútbol y regresar a Argentina.
El apoyo que salvó a Barticciotto en Colo Colo
Sin embargo, el apoyo de sus compañeros, del cuerpo técnico, apoyo médico y de la hinchada de Colo Colo fue fundamental para que Barticciotto pudiera superar este difícil momento. La sensación de pertenecer a una familia y el cariño de la gente lo ayudaron a seguir adelante.
A pesar de este comienzo difícil, Barticciotto se convirtió en uno de los máximos ídolos de Colo Colo. Su historia es un ejemplo de superación y resiliencia, y demuestra que incluso los futbolistas más exitosos pueden enfrentar desafíos personales.
La llegada de Marcelo Barticciotto a Colo Colo estuvo marcada por la emoción, la incertidumbre y la depresión. Sin embargo, gracias al apoyo de su entorno y a su propia fuerza de voluntad, logró superar este difícil momento y convertirse en una leyenda del fútbol chileno. Su historia nos muestra que detrás de cada gran jugador hay una persona con sentimientos y emociones, y que la salud mental es un tema que debe ser abordado con seriedad.